EL PADRE GONZALO APOYÓ LA RENUNCIA DEL PAPA

Padre Gonzalo Llorente

  Ante la abdicación del papa Benedicto XVI, noticia que causó repercusión mundial, el sacerdote Gonzalo Llorente, párroco del departamento Rosario Vera Peñaloza, emitió su opinión sobre el hecho.

  Llorente es reconocido por su posición equidistante al emitir juicio entre diferentes posturas que siempre se dan en la comunidad.
   "Cuando me informé de esta noticia -dijo el sacerdote- entre otros sentimientos, sentí alegría, no porque José Ratzinger deje el Papado sino, porque descubrí un gesto profundamente humano de un papa que siente que "sus fuerzas no lo acompañan" para seguir ejerciendo su ministerio". Con convicción, agregó que este gesto lo volvió acercar a la Iglesia Católica, a la fragilidad del hombre y, como aclarando aún más su postura, continúa diciendo, "Benedicto es un hombre sensato que dimensionó su límite y que no se dejó enceguecer por el inmenso poder del Papado en nuestra Iglesia".
   Destacó que “no es fácil permanecer con los ojos claros ante la luz tan poderosa y seductora del trono papal, de allí la frase "no me dan las fuerzas" que llevó a la abdicación al papa”, expresión por la que el padre Gonzalo dijo que "esas palabras hablan de un primado de la Iglesia que no ejerce con espíritu ostentoso, de un imperialismo romano sino, de un primado que ejerce en el espíritu sencillo de Jesús. Digamos que es una actitud acorde con el Concilio Vaticano II, que nos enseñó a entender que el ministerio eclesial, no es una potestad sagrada para orgullo personal sino, un servicio humilde a los hermanos”.
   Llorente recordó que, San Pablo exhortó a que "nadie busque su propio interés sino, el de los demás. Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús, quien a pesar de su condición divina no hizo alarde de ser igual a Dios sino que se vació de si y tomó la condición de esclavo" (Flp. 2,4-7). 

  Llorente, invitó a todos los cristianos a unirse en la oración para que el espíritu de Dios ilumine a los que tienen en sus manos la elección de un nuevo Pastor de la Iglesia Católica, que ayude a ser la Iglesia del Pueblo de Dios, de los pobres, de los humildes, hermana y servidora de la humanidad que, anuncia y construye el Reino de Dios, en verdad, justicia y paz.