Los padres de los alumnos de la escuela primaria 114 no permitieron
que sus hijos se quedaran en el edificio escolar por segunda jornada
consecutiva, al verificar que el mismo permanecía sin desinfectar y en
improvisada asamblea decidieron mantener la actitud mientras no cambie
la situación.
Situación distinta se vivió en el Colegio Provincial adonde concurre la
alumna afectada por el cuadro de meningitis, ya que los padres
concurrieron en menor número a la hora de ingreso del turno mañana, a lo
que hubo que sumarle la actitud dubitativa de su directora quien
esperaba una “ orden” desde el Ministerio que dictase abandonar el
edificio. Esta “orden” habría llegado en forma verbal recién al filo
del mediodía, cuando faltaba muy poco para terminar la jornada escolar
del turno mañana.
A la hora de ingreso del turno mañana, los padres de los alumnos de las dos escuelas que comparten el edificio escolar –entre los cuales se encontraba el tío y la abuela de la alumna afectada-, se reunieron en la sala de profesores de la escuela 114 para interiorizarse del estado sanitario del edificio, y al tomar conocimiento por las autoridades escolares de que permanecía sin modificaciones respecto a la jornada anterior, decidieron enviar sus hijos a casa por segunda jornada consecutiva.
No obstante la decisión adoptada de manera inmediata, los padres continuaron debatiendo la situación en tácito estado de asamblea, para luego decidir labrar un acta donde se deje constancia de lo actuado y fijando la posición de que persistirán en la actitud, si no se procede a desinfectar el edificio escolar y de que el Ministerio asegure la provisión regular de elementos de limpieza, cosa que hasta el momento no sucede.
UNA ESCUELA SIN TIZAS
Todos los esfuerzos realizados por la directora ante los padres tratando de justificar o negar la visible ausencia del Estado a la hora de mantener y preservar en condiciones óptimas de seguridad y sanidad el edificio escolar, fueron vanos, ya que comenzaron objetando –cuando no, refutando-, las justificaciones esgrimidas, que dejaron sin palabras cuando se puso en el tapete que “la escuela no recibe desde el Ministerio ni tizas”, mucho menos lavandina y otros elementos indispensables para la limpieza.
Padres de alumnos del Colegio provincial dieron cuenta que los directivos obligaban a los alumnos a llevar lavandina de sus casas, porque desde el Ministerio no se proveía de ese líquido.
La situación fue oportuna para que saltara a la memoria que el subsecretario Gustavo Varas dijo a padres, docentes gremialistas y directivos de la escuela 114, que “yo mismo, en persona vendré a traerles la lavandina y demás elementos necesarios” porque “a mí, me gusta dar la cara”. Nunca cumplió.
A la hora de ingreso del turno mañana, los padres de los alumnos de las dos escuelas que comparten el edificio escolar –entre los cuales se encontraba el tío y la abuela de la alumna afectada-, se reunieron en la sala de profesores de la escuela 114 para interiorizarse del estado sanitario del edificio, y al tomar conocimiento por las autoridades escolares de que permanecía sin modificaciones respecto a la jornada anterior, decidieron enviar sus hijos a casa por segunda jornada consecutiva.
No obstante la decisión adoptada de manera inmediata, los padres continuaron debatiendo la situación en tácito estado de asamblea, para luego decidir labrar un acta donde se deje constancia de lo actuado y fijando la posición de que persistirán en la actitud, si no se procede a desinfectar el edificio escolar y de que el Ministerio asegure la provisión regular de elementos de limpieza, cosa que hasta el momento no sucede.
UNA ESCUELA SIN TIZAS
Todos los esfuerzos realizados por la directora ante los padres tratando de justificar o negar la visible ausencia del Estado a la hora de mantener y preservar en condiciones óptimas de seguridad y sanidad el edificio escolar, fueron vanos, ya que comenzaron objetando –cuando no, refutando-, las justificaciones esgrimidas, que dejaron sin palabras cuando se puso en el tapete que “la escuela no recibe desde el Ministerio ni tizas”, mucho menos lavandina y otros elementos indispensables para la limpieza.
Padres de alumnos del Colegio provincial dieron cuenta que los directivos obligaban a los alumnos a llevar lavandina de sus casas, porque desde el Ministerio no se proveía de ese líquido.
La situación fue oportuna para que saltara a la memoria que el subsecretario Gustavo Varas dijo a padres, docentes gremialistas y directivos de la escuela 114, que “yo mismo, en persona vendré a traerles la lavandina y demás elementos necesarios” porque “a mí, me gusta dar la cara”. Nunca cumplió.
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