El hecho ocurrió en la madrugada de ayer, cerca de Ñoqueve, departamento Rosario Vera Peñaloza. Jorge Espinoza (73) se dirigía a un paraje cercano caminando por la banquina de la ruta 29. Al llegar a la altura de la alcantarilla, habría sufrido un paro cardíaco, por lo que cayó al lecho del río seco. En horas de la mañana fue encontrado sin vida por un familiar.
Alrededor de las 10:30, personal de la comisaría de Chepes tomó conocimiento por medio de un viajante de apellido Colón, que se dirigía hacía San Juan, que un hombre le había pedido que dé aviso de que a 5 kilómetros de Ñoqueve, a la vera de la ruta provincial Nº 29, se encontraba una persona sin vida.
Al llegar al lugar, efectivamente, en una alcantarilla al costado de la ruta, se encontraba el cuerpo de quien en v ida fuera Jorge Orlando Espinoza, de 73 años de edad; y junto a él uno de sus hermanos, que preocupado por la ausencia del occiso, salió en su búsqueda y lamentablemente se encontró con el terrible escenario donde yacía sin vida su hermano.
De acuerdo con la versión policial brindada por el comisario inspector Fernando Basualdo, segundo jefe de la Regional de Chepes, Espinoza podría haber sido dejado por algún viajante en la zona, ya que se lo había visto durante la fiesta de Santa Rosa de Ñoqueve el día anterior. De ahí que el hombre habría emprendido una caminata por la banquina sur en dirección hacia Chepes, cuando habría sufrido un paro cardíaco justo cuando atravesaba una alcantarilla y cayó de aproximadamente 1.70 metros de altura para golpear con toda su humanidad contra la base de cemento.
Al parecer, por la posición del cuerpo, Espinoza habría intentado desplazarse y quedó con la mitad del cuerpo sobre la base y la otra mitad sobre la tierra. De acuerdo con las pericias, a raíz del golpe y el problema cardíaco, el hombre dejó de existir momento después de la caída.
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