El proyecto de ley fue elevado por la senadora nacional riojana Hilda Aguirre de Soria y promueve que los hombres –al igual que las mujeres- acceden al beneficio jubilatorio al cumplir los 60 años. La base de la igualdad y el fundamento de la mayor expectativa de vida para las mujeres, argumentan esta iniciativa que beneficiaria a los hombres.
La iniciativa que fue elevada al Senado por la legisladora riojana ya fue girada a la comisión Previsional.
El articulo 1 del proyecto de ley establece la modificación en el artículo 19 de la ley 24.241/93, el inc. a, relativo a la edad de los varones para jubilarse el cual quedará redactado: “Tendrán derecho a la prestación básica universal (PBU) y a los demás beneficios establecidos por esta ley, los afiliados hombres que hubieran cumplido 60 años de edad; las mujeres que hubieran cumplido sesenta 60 años de edad; acrediten treinta (30) años de servicios con aportes computables en uno o más regímenes comprendidos en el sistema de reciprocidad”.
En cualquiera de los regímenes previstos en esta ley, las mujeres y los hombres podrán optar por continuar su actividad laboral hasta los 65 años de edad; en este supuesto se aplicará la escala del artículo 128. Al único fin de acreditar el mínimo de servicios necesarios para el logro de la prestación básica universal se podrá compensar, si el afiliado lo solicitare, el exceso de edad con la falta de servicios, en la proporción de dos años de edad excedentes por uno de servicios faltantes.
FUNDAMENTOS
La senadora Beba Soria, destaca que “nuestro país ha colocado en el centro de la agenda política el respeto por los derechos constitucionales. Dentro de estos derechos constitucionales se destaca el art. 16 que señala “La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas”.
Esto significa incluir en la práctica y en la intencionalidad del legislador, considerar en tiempos actuales, signada por la inequidad, la voz de una parte de la población, con más de 30 años de aportes que desearían voluntariamente acceder a la jubilación ordinaria. Si bien en nuestro siglo, hay mayor expectativa de vida, también es cierto que la calidad de vida sufre sus altibajos y en esta Argentina, de profundas desigualdades, hay envejecimientos y agotamientos prematuros, que en algunos casos obliga al trabajador a solicitar una jubilación por invalidez”.
Asimismo, en el proyecto de la senadora riojana, se toma en consideración una edad cronológica igual para mujeres y varones, como punto de partida para solicitar el beneficio de jubilación, lo que apunta a acercar las brechas, que han dejado en nuestro país, las excepcionalidades en materia de jubilación.
“Mantener las diferencias de edad, para acceder a una jubilación ordinaria, encubre a mi modo de ver una situación injusta, ya que el hombre, según los índices de mortalidad, vive menos que la mujer”, manifestó Hilda Aguirre de Soria.
EXPECTATIVA DE VIDA EN ARGENTINA
Según el “Boletín Estadístico de la Seguridad Social” del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, del segundo trimestre del 2012, la mortalidad de las mujeres es menor a la de los hombres en todas las edades, esta diferencia resulta en una estructura por edad y sexo asimétrica, hay más mujeres que varones.
De este modo, lo que se toma en cuenta para evaluar el tema de las jubilaciones es la “Expectativa de Vida al Nacer”, que es el promedio de años de vida para un grupo de personas nacidas en un mismo año, si la mortalidad para cada edad se mantiene constante en el futuro, incluye el total de la población, así como los componentes masculino y femenino. La esperanza de vida al nacer es también una medida general de la calidad de vida en un país y resume la tasa de mortalidad para todas las edades.
En Argentina según el informe del INDEC del 2012 para el Período 2005-2010 es de 75,24 años. Pero la diferencia entre hombres y mujeres es a favor de estas últimas siendo para los hombres de 71,60 años y en las mujeres de 79,10 años, lo que significa casi 8 años de diferencia.
En tanto la expectativa de vida al nacer registra para los hombres argentinos 73,9 años y para las mujeres de 80,54 años. Desde el punto de vista económico, son muchos los que señalan que las jubilaciones estarían aumentando en exceso y serian las responsables del crecimiento del gasto público. Sin embargo, algunos analistas han señalado que en 2006, pese a que el sistema tuvo medio millón de beneficiarios adicionales, el gasto en jubilaciones y pensiones, insumió el 4 por ciento del PBI, según cifras del Boletín de Seguridad Social, mientras que en 1995, representó el 5,11 por ciento y el record en la crisis del 2001 de 5,75 por ciento. En el cual por supuesto no se incluía la jubilación anticipada por desempleo, y la elevación de la jubilación mínima por ejemplo.
“Igualar la edad jubilatoria puede constituir un acto de justicia, sobre todo ahora que hay en el Sistema de Seguridad Social un resultado superavitario. Quienes sostenemos que hombres y mujeres deberían jubilarse a la misma edad, lo hacemos argumentando que resultaría ser una política más coherente con la esperanza de vida en el país”, concluyó la senadora Beba Soria.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Escribe aquí tu comentario