Muestra de trofeos en la sede social del club |
Otra de las instituciones denominadas grandes de la ciudad de Chepes está de fiesta. Llegó el día de su cumpleaños, nada menos que ochenta pirulos son más que motivo suficiente para que la numerosa masa societaria, simpatizantes y amigos de la entidad le hagan llegar sus congratulaciones.
Reconocida y respetada en los ámbitos sociales y deportivos de la región. Pleno de gloria futbolística, de progreso gracias a sus dirigentes y a todos aquellos que aportan para el crecimiento permanente. Y aquí los hinchas cumplen un rol fundamental, y que a igual como sucede en muchos lugares del país la perseverancia, el amor a los colores de sus amores, dejan traslucir esa gran virtud, el trabajo, elemento substancial que ha templado sus corazones, desde siempre. Lógicamente es una manera de vivir y sentir, de apasionarse por los deportes, particularmente, el fútbol, que quizás por allí los diferencia, en algo del resto.
Para la humanidad joven, que desconoce muchas cosas, que aunque aparenten abúlicos a conocer la historia generalmente prestan sus oídos y terminan fascinados al conocer lo realizado por los antepasados, que manejaron de buena manera la existencia del Club. En el recordatorio del legado, añejo por los calendarios consumidos, y que cada uno interviniendo cumplieron un rol singular.
No cesa nunca el asombro de saber que, alguna documentación que se extravió, o alguien no tuvo la precaución de guardarla, no obstante no crea un impedimento de tomar papel y lápiz, y entrarle manos a la obra, y buscando ordenar las expresiones de los interlocutores que narran nuevamente, trayendo, primero a su mentes, y después entregándolas a sus escuchas las experiencias maravillosas. La creación del Club Comercio, algunos lo evocan, no muy seguros, que habría sido, también, un desprendimiento del Club River. Otros, sin embargo, con una versión diferente, no muy alejada de la realidad, hablan que allá por los años ’26 que ya habría existido con dos nombres diferente Soportico Belgrano o Atlético Ferroviario, y que la vida de éstos fue muy fugaz. Lo cierto de todo es que otras personas asumieron la decisión de fundar un 15 de junio de 1933 al Club Atlético Comercio, fecha que figura en sus estatutos que fueron aprobados, en su momento, por Personería Jurídica, y cuyo primer presidente del Club Comercio figura el Doctor Javier Acosta. El nombre del Club Comercio, según datos orales, habría sido asignado, o radicaría, en que la mayoría de sus fundadores se dedicaban a la actividad comercial, algunos como propietarios, otros como empleados mercantiles, aunque también los hubo ferroviarios.
Es verdad, también, aparte de lo señalado, que existe un acta del 25 de marzo de 1948 donde los asistentes convocados a una asamblea, presidida en ese momento de la historia por el señor Jorge Avelín, decide refundar la institución con el nombre de Club Social y Deportivo Comercio, y en la misma disposición se modifica la primera fecha fundacional y se toma y establece una nueva, diciendo que en adelante será: 20 de junio de 1933, inclusive poco se sabe si esa variable fue comunicada a los organismos correspondientes, y donde lo único oficial sería la rectificación del nombre. Un detalle para muchos sin demasiado valor, porque el Día de la Bandera ya se arraigó en la comunidad mercantil. Y para el mayoritario no hace una cuestión de discusión, y donde lo más importante, de la recopilación histórica, es la trayectoria de la entidad, a través de estos 80 años, es que adoptó para su identificación los colores celeste y blanco, como los de la enseña nacional.
El tiempo muestra que el decano y octogenario club siempre tuvo un desarrollo sostenido, y que como todos llegó de la mano de la práctica del fútbol, razón de la fundación, y así fue acaparando simpatías, y que también supo darle espacio a otras disciplinas, y actividades culturales y sociales.
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