Muchas son las protestas que desde hace un tiempo se vienen realizando por el peligro que significa para quienes transitan la ruta provincial 29 a la altura del ingreso a Chepes, motivado por la falta de señalización en la paralizada obra vial de ingreso a la ciudad.
El abandono de las tareas en esta obra data del año pasado, es decir algo más de medio año y lo más preocupante es la falta de controles para quienes son los adjudicatarios de la obra, al extremo que ni siquiera se percatan de las condiciones en las que abandonan la obra, más que todo en la señalización, máxime cuando la obra introdujo modificaciones para la circulación vehicular.
Como tampoco existe el cartel de obra que la ley exige para todos los casos, no puede saberse el tiempo de ejecución, la empresa que la ejecuta, el organismo que la ordenó y por ende los responsables de tamaña falta que pone en riesgo la vida de muchas personas que por el lugar circulan.
Si la obra queda trunca por alguna razón justificada o no, eso no justifica que la misma quede sin señalizar advirtiendo del peligro, pintando y señalizando los carriles de circulación obligatoria e iluminando la zona, esto, antes de que ocurra una desgracia.
COMO ALIMENTAR ESTADÍSTICA
Quien no conoce -y quienes conocían, les ocurría lo mismo en los primeros días de la modificación vial-, se deja llevar por la doble línea amarilla de la ruta convertida a esa altura en calle, sin percatarse -por la ausencia de señalización- que ahí mismo se abre la nueva mano de circulación de ingreso a la ciudad, que se puede identificar por el ensanchado de la calzada con asfalto nuevo y sin pintar ni señalizar, dejando un cordón al medio -boulevard- entre la nueva y la vieja mano.
Si existiese un manual de "cómo aumentar accidentes de tránsito", esta situación generada por técnicos e ingenieros viales tanto de empresas adjudicatarias como de los organismos de adjudicación - encargados del control y cumplimiento de normas-, tendría que formar parte de ese voluminoso e hipotético manual, al cual esta crónica aportaría la ilustración con la nota gráfica.
Como tampoco existe el cartel de obra que la ley exige para todos los casos, no puede saberse el tiempo de ejecución, la empresa que la ejecuta, el organismo que la ordenó y por ende los responsables de tamaña falta que pone en riesgo la vida de muchas personas que por el lugar circulan.
Si la obra queda trunca por alguna razón justificada o no, eso no justifica que la misma quede sin señalizar advirtiendo del peligro, pintando y señalizando los carriles de circulación obligatoria e iluminando la zona, esto, antes de que ocurra una desgracia.
COMO ALIMENTAR ESTADÍSTICA
Quien no conoce -y quienes conocían, les ocurría lo mismo en los primeros días de la modificación vial-, se deja llevar por la doble línea amarilla de la ruta convertida a esa altura en calle, sin percatarse -por la ausencia de señalización- que ahí mismo se abre la nueva mano de circulación de ingreso a la ciudad, que se puede identificar por el ensanchado de la calzada con asfalto nuevo y sin pintar ni señalizar, dejando un cordón al medio -boulevard- entre la nueva y la vieja mano.
Si existiese un manual de "cómo aumentar accidentes de tránsito", esta situación generada por técnicos e ingenieros viales tanto de empresas adjudicatarias como de los organismos de adjudicación - encargados del control y cumplimiento de normas-, tendría que formar parte de ese voluminoso e hipotético manual, al cual esta crónica aportaría la ilustración con la nota gráfica.
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