lunes, 19 de agosto de 2013
Una multitud acompañó a San Francisco en peregrinación
La jornada comenzó a las 7 con la misa de los peregrinos en la iglesia San Francisco de Asís. Luego, los fieles iniciaron la procesión hacia la zona oeste que se realizó entre cantos y alabanzas. Para la ocasión las calles se vistieron de fiesta con gallardetes y globos de colores.
Cerca de las 11 la imagen de San Francisco arribó a La Puerta de la Quebrada, a la altura del kilómetro seis y medio, lugar donde hace más de 400 años el santo apaciguó con su Evangelio a miles de indios. Allí, San Francisco esperó la llegada del Niño Jesús Alcalde que peregrinaba desde la iglesia de “Las Padercitas” en compañía de los aillis y de la banda de música del Centro Educativo Franciscano.
Con los aplausos de los feligreses y el resonar de bombas de estruendo se produjo una vez más el Tinkunaco entre las dos imágenes religiosas.
Seguidamente, la comunidad católica expresó su respeto en tres genuflexiones. En la primera se reconoció en Cristo, Niño Jesús Alcalde, al que dio su vida para salvar al pueblo; en la segunda al autor de la paz y en la tercera genuflexión al gestor de la fraternidad.
Para finalizar el Tinkunaco los fieles recordaron con un abrazo el momento de encuentro entre San Francisco y los diaguitas aquel jueves santo de 1593.
Posteriormente las dos imágenes emprendieron su marcha hacia la iglesia de Las Padercitas donde fueron ubicadas a ambos lados del escenario que se había dispuesto para celebrar la misa.
En las plegarias que se realizaron durante la ceremonia, el pueblo católico pidió por los enfermos, por los niños y por los ancianos.
“Año a año se renueva la fe de una Iglesia que camina, y que tiene como novedad al Papa Francisco que nos dice que salgamos, que se muestre la misión de la iglesia y que en la evangelización podamos estar unidos, y todo eso se ve en la gente que masivamente sigue a Jesús a través de San Francisco Solano”, expresó el cura Daniel Morales de la parroquia de Fátima.
Asimismo, el sacerdote recordó que “San Francisco fue aquel gestor de la pascua de 1593, que con su predicación y con su palabra, su rabel y su música, pudo unir a los españoles con los indígenas a través de una mensaje de paz y reconciliación que vivimos hoy”.
En la ocasión también estuvieron presentes los miembros de la cofradía de promesantes y custodios del Niño Alcalde.
“Mientras nos den las piernas hay que acompañar al Niño, y gracias a Dios lo podemos hacer una vez más”, expresó el Inca Mayor, Herminio Dávila.
“Hace muchos años que no se veía tanta gente como ahora, sin duda es nuestro Papa que nos trae esta gracia, lo mismo hay que seguir reforzando la fe con mucho amor para que las bendiciones sean más grandes”, manifestó el aillis.
Por su parte, integrantes de la Agrupación Gaucha “Pozo de Vargas” sirvieron de escoltas a la imagen de San Francisco Solano.
“Acompañar el encuentro del Niño y de San Francisco es una forma de cultivar la cultura de lo que somos, nuestras raíces, Dios nos pide que sea una reunión de fe y de emociones y por eso hay que enseñarles a nuestros hijos a ser más cristianos”, subrayó el presidente de la agrupación, Pedro Centeno.
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