Enrique Quique Martínez comentó que conoce a Francisco de cuando era seminarista. Allí, el superior de la congregación era el padre Jorge Bergoglio, hoy Francisco. “En el año 1976 vivió en el Colegio con toda la curia provincial”, dijo.
“La amistad se fortaleció tras el asesinato de Angelleli. Bergoglio nos acompañó mucho y nos ayudó a superar ese mal momento”, indicó el cura.
“La última vez que lo vi fue cuando lo ordenaron Cardenal. Me encontré con la misma persona que era, un cura simple y sencillo como cuando nos presentaron”, sostuvo el sacerdote local.
En su carta al cura Quique, Francisco expuso:
“Querido Quique: Hoy recibí la carta del pasado 1° de mayo. Me trajo mucha alegría, La descripción de la Fiesta Patronal me trajo aire fresco. Yo estoy bien y no he perdido la paz frente a un hecho totalmente sorpresivo, y esto lo considero un don de Dios. Procuro tener el mismo modo de ser y de actuar que tenía en BS As, porque, si a mi edad cambio, seguro que hago el ridículo. No quise ir al Palacio Apostólico a vivir, voy sólo a trabajar y a las audiencias. Me quedé a vivir en la Casa Santa Marta, que es una casa (donde nos alojábamos durante el Cónclave) de huéspedes para obispos, curas y laicos. Estoy a la vista de la gente y hago la vida normal: misa pública a la mañana, como en el comedor con todos, etc. Esto me hace bien y evita que quede aislado. Quique, saludos a tus feligreses. Te pido, por favor, que reces y hagas rezar por mí. Saludos a Carlos y Miguel. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Fraternalmente, Francisco. Vaticano, 15 de mayo 2013”.
“Él no se aisló siendo arzobispo de Buenos Aires, no quiere hacerlo tampoco siendo el Obispo de Roma”, continuó. Y recordó que por error le enviaron la carta a la Casa de retiro Tinkunaco.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Escribe aquí tu comentario