La historia de la víctima es aterradora; aún así ha puesto toda su voluntad para revertir su pasado y construir un presente alentador que le permita recobrar la esperanza a futuro. En el 2006, con apenas 13 años, fue abusada sexualmente por la pareja de su madre, Alzo Eusebio Choque (57). Como consecuencia de esos abusos, la víctima quedó embarazada.
La protagonista de esta historia, era amenazada y golpeada para guardar silencio y también cada vez que se violaba su integridad sexual. Soportó esa situación durante dos años; no deseaba que su madre, también víctima de violencia por parte de Choque, le sucediera algo peor o similar de lo que ella vivenciaba. He aquí el fundamento de no denunciar el caso.
Durante los primeros meses de embarazo, la víctima pensó en abortar. Choque, estaba de acuerdo con esa decisión pero la niña tenía temor de sufrir alguna complicación en su salud. Es por eso que no siguió con esa postura. A los 15 años, fue mamá y sintió un rechazo por la niña recién nacida.
La víctima, puso como excusa que había sido abandonada por el padre del bebé; el relato era una mentira para evitar que ella y su madre sean víctimas de la violencia y amenaza ejercida por Choque.
Según la sentencia emitida por la Cámara Penal, expediente 17.108, “se desprende que lo denunciado por la niña, ha sido siempre coincidente, tanto en lo que contó a su madre, como lo que contó al asesor de menores”, y a los peritos que analizaron su situación.
Choque, fue juzgado como presunto autor del delito de abuso sexual con acceso carnal, calificado por la condición de guardador del autor, y por aprovechamiento de la condición de convivencia preexistente con la víctima. Luego, en la sentencia la Cámara lo condenó por la acusación que recaía sobre él y le impuso una pena de 16 años de cárcel.
RECONOCIÓ LAS RELACIONES SEXUALES CON LA VÍCTIMA
En el debate, que se realizó hace algunos días, el imputado reconoció que había mantenido relaciones sexuales con la víctima pero adujo que ella lo había seducido: “El propio imputado, en una confusión entre abuso y violación, confiesa el hecho, expresando que él no fue violador, fue abusador, además aceptó haber tenido relaciones sexuales con la niña, aunque se justificó diciendo que ella lo seducía”.
Los informes médicos, acreditaron el abuso como así también la pericia de Cámara Gesell.
Asimismo, el relato de la víctima, que decidió declarar en el juicio, no tuvo ninguna disociación con las pruebas recolectadas en la investigación.
Para los jueces que integraron el Tribunal, “el testimonio de la víctima resulta nuclear para acreditar el suceso investigado dado el ámbito íntimo donde el mismo se llevó a cabo”.
En el juicio, se comprobó que el documento de identidad de la víctima había sido falsificado.
Ella, su madre y el abusador son extranjeros. Choque, era comerciante y su familia lo ayudaba en esa labor. La víctima, fue registrada como nacida en Chilecito pero en realidad su nacionalidad no es argentina. Ante esa situación, el Tribunal remitió la situación al Juzgado Federal de La Rioja para que inicie la investigación del caso.
SITUACIÓN LÍMITE
Los abusos son denunciados cuando la víctima mantiene una fuerte discusión con Choque; el imputado pretendía quedarse con el bebé y amenazó a la adolescente con un cuchillo. A partir de ese hecho, la víctima rompió el silencio y denunció su historia en el Juzgado de Menores. Según la víctima en la Policía no querían tomarle la denuncia porque conocían al acusado.
En la sentencia, se indicó que la víctima ha sufrido “una situación traumática que recién día a día, y poco a poco, se va recuperando, por lo que contó ella en el debate y gracias a su nueva pareja y a la contención psicológica que recibió y recibe.
Recordemos que por el propio testimonio de Nancy, surge que al principio no la quería a su bebé, no la quería atender, cada vez que la miraba le recordaba el rostro del abusador, la atendía su mamá, hasta que pasó por varias etapas en este proceso de estrés post- traumático, llegando actualmente a quererla mucho y manifestar ser muy feliz con ella”.
Por último, la sentencia impone que Choque debe cumplir, durante el tiempo que dure la sentencia, “un tratamiento psicológico continuo y permanente, que le permita rehabilitarse y reintegrarse a la sociedad como útil integrante para poder continuar su vida, el cual será supervisado por el Juez de Ejecución Penal”.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Escribe aquí tu comentario