Sacerdotes y religiosas de Los Llanos en un pronunciamiento titulado título “La verdad los hará libres”, expresaron algunas reflexiones sobre el inicio del juicio por los asesinatos de los curas Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias.
Los curas Gonzalo Llorente, Roberto Queirolo, Luis Pradella, Omar Pividori, Pedro Bogliacino, Carlos Baigorrí, Manuel Romero y las Hnas Elba Lorenzón, Irma Buyatti, Amelia Nardelli y Juanita Mc Carty, expresaron que celebran el “inicio del juicio por los asesinatos de nuestros hermanos de pastoreo en Chamical, porque significa que no han sido en vano los esfuerzos, las gestiones, las oraciones, los reclamos de estos largos años que pretendieron dejar en la impunidad tan horrendos crímenes. Lamentablemente el paso del tiempo ha eximido a probables o eventuales implicados”.
Manifestaron no desconocer que buena parte de “los escollos que fueron postergando el juicio se generaron en el tráfico de influencias y presiones que dominan distintos estamentos de poder en nuestra Provincia, amparados en iguales conductas judiciales de complicidad en otras partes del país, que vienen siendo contrarrestadas por decisiones a favor del esclarecimiento definitivos de los crímenes de lesa humanidad.
Les preocupa “las idas y venidas que se vienen repitiendo luego de haberse iniciado el juicio, con las permanentes objeciones o trabas de los defensores de los imputados que pretenden dilatar el proceso especulando con que se pueda mantener en la impunidad a los imputados o autores”.
Mantienen la esperanza en los jueces “una actitud firme en el cumplimiento de sus responsabilidades para que finalmente se llegue a la justicia largamente reclamada y esperada, que también contribuirá a la paz en nuestras comunidades y los propios familiares de nuestros hermanos sacerdotes asesinados”.
Sacerdotes y religiosas, alentaron a quienes tienen “la obligación de testimoniar en este juicio. Queremos que sientan nuestra compañía para ser testigos de la verdad ante esta decisiva instancia judicial que deberá concluir con la condena en cárcel común de los homicidas. El coraje evangélico de nuestros mártires contagiará el valor necesario para no callar, venciendo temores y amedrentamientos”.
Exhortaron a “nuestras comunidades eclesiales, a las organizaciones populares y a las diferentes expresiones representativas de nuestro pueblo riojano a pronunciarse y manifestarse para que este juicio trascendental concrete nuestra esperanza de justicia, sirva para establecer la credibilidad en las instituciones democráticas y podamos llegar también al juicio y condena de los asesinos de nuestro obispo Enrique Angelelli y de nuestro hermano laico Wenceslao Pedernera.
De esta manera “queremos cumplir con un imperativo de conciencia, de fidelidad a la iglesia y a nuestros hermanos mártires. La memoria, la verdad y justicia son una exigencia insoslayable de una sana convivencia nacional. Que Dios nos ilumine y fortalezca, nuestra Madre nos cobije y San Nicolás nos proteja”, concluyeron.
Manifestaron no desconocer que buena parte de “los escollos que fueron postergando el juicio se generaron en el tráfico de influencias y presiones que dominan distintos estamentos de poder en nuestra Provincia, amparados en iguales conductas judiciales de complicidad en otras partes del país, que vienen siendo contrarrestadas por decisiones a favor del esclarecimiento definitivos de los crímenes de lesa humanidad.
Les preocupa “las idas y venidas que se vienen repitiendo luego de haberse iniciado el juicio, con las permanentes objeciones o trabas de los defensores de los imputados que pretenden dilatar el proceso especulando con que se pueda mantener en la impunidad a los imputados o autores”.
Mantienen la esperanza en los jueces “una actitud firme en el cumplimiento de sus responsabilidades para que finalmente se llegue a la justicia largamente reclamada y esperada, que también contribuirá a la paz en nuestras comunidades y los propios familiares de nuestros hermanos sacerdotes asesinados”.
Sacerdotes y religiosas, alentaron a quienes tienen “la obligación de testimoniar en este juicio. Queremos que sientan nuestra compañía para ser testigos de la verdad ante esta decisiva instancia judicial que deberá concluir con la condena en cárcel común de los homicidas. El coraje evangélico de nuestros mártires contagiará el valor necesario para no callar, venciendo temores y amedrentamientos”.
Exhortaron a “nuestras comunidades eclesiales, a las organizaciones populares y a las diferentes expresiones representativas de nuestro pueblo riojano a pronunciarse y manifestarse para que este juicio trascendental concrete nuestra esperanza de justicia, sirva para establecer la credibilidad en las instituciones democráticas y podamos llegar también al juicio y condena de los asesinos de nuestro obispo Enrique Angelelli y de nuestro hermano laico Wenceslao Pedernera.
De esta manera “queremos cumplir con un imperativo de conciencia, de fidelidad a la iglesia y a nuestros hermanos mártires. La memoria, la verdad y justicia son una exigencia insoslayable de una sana convivencia nacional. Que Dios nos ilumine y fortalezca, nuestra Madre nos cobije y San Nicolás nos proteja”, concluyeron.
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