VERGONZOSO: LA SEDE DE SUPERVISIÓN SE CAE A PEDAZOS

Estado deplorable de la Sede

  La falta de mantenimiento de los edificios escolares por parte de Ministerio de Educación no es novedad, pero desde hace un tiempo quién viene sufriendo el paso del tiempo y las negligencias de las autoridades es la Sede de Supervisión de la Zona VI de Nivel Medio y Superior.

  Días atrás una parte importantísima de uno de los aleros interiores del edificio se desplomó pesadamente al igual que viene sucediendo con los techos de varias aulas de esta añosa construcción que albergó en algún momento a la Escuela Normal “Juan F. Quiroga” y que actualmente está ocupado no tan solo por la sede sino también por dos divisiones de la E.P.E.T. N° 1 que asisten al dictado de talleres.

  El supervisor Prof. Luis Rodriguez  manifestó a través de los medios que no se han recibido ningún tipo de respuestas a los planteos realizados a través de distintos medios y que no es de ahora sino que se trata de un planteamiento desde hace vario tiempo atrás. Rodriguez manifestó que “estamos tratando de poner en condiciones el baño, ya que habíamos conseguido un tacho pero estaba roto y ahora lo hemos hecho parchar para que por lo menos funcione mínimamente el baño”.

 También se refirió al trabajo que los alumnos de la E.P.E.T desarrollan en el lugar expresando que  “están trabajando con los profesores, realizando algunas actividades propias de ellos con el riesgo que eso acarrea y sin tener baño para esos chicos”.  El grupo sanitario que poseía este edificio actualmente están destinados a depósito, en malas condiciones de higiene ya que no cuentan con agua por encontrarse rotos los tanques de almacenamiento.

  A tal extremo han llegado las necesidades de esta sede de supervisión que el propio Prof. Rodriguez confirmó que se están analizando la posibilidad de realizar algún beneficio (rifa) solicitando la colaboración a las casas de comercio para tratar de realizar aunque más no se “unos mínimos arreglos” que les permitan seguir desarrollando tareas ya que corren riesgo de derrumbe y de que la estructura colapse de un momento a otro.

  Al finalizar mencionó que “lo peor que podemos hacer es quedarnos sin hacer nada estando esperando por años hasta que algún día se les ocurra brindarnos una respuesta, algo hay que hacer para que se den cuenta que no es un reclamo que se hace porque sí, se trata de una necesidad”.

Una verdadera  vergüenza ya que el personal se debe encomendar a “Dios” para poder salir sanos y salvos de cada jornada de trabajo. Esta sede tiene bajo su órbita aproximadamente a 80 establecimientos educativos que dependen del trabajo que aquí se desarrolla, pero si esa tarea no se encuentra respaldada por las autoridades que miran para otro lado y no brindan respuestas todo se hace cuesta arriba.